Los tarotistas somos personas que tenemos la habilidad de leer, consultar e interpretar hechos del pasado, presente y futuro, sueños, percepciones o estados emocionales, a través de la selección de cartas de una baraja especial, el tarot. Para algunos videntes las cartas son guiadas por una fuerza espiritual, mientras otros creen que las cartas los ayudan a introducirse en un inconsciente colectivo.
Para ser tarotista, se debe nacer con un don que no cualquiera es capaz de poseer, por eso se dice que un tarotista nace, no se hace. Ese don del que hablo es la videncia, una capacidad extrasensorial que nos permite recibir información de acontecimientos futuros o pasados, pero desconocidos por nosotros mismos.
Los videntes de nacimiento disfrutan de su don desde muy pequeños, incluso antes de saberlo. Cuando somos niños, estamos mucho más dispuestos a recibir energías y vibraciones, a recibir todo lo que el mundo tiene que transmitirnos.
Nuestra mente no se encuentra condicionada, ni limita lo que recibimos, por lo que el modo en que recibimos nuestras visiones es mucho más claro. Lo que ocurre en muchos casos de videntes de nacimiento es que no saben que lo son, no identifican sus visiones con predicciones, sino que se relacionan con imaginación y soñar despierto. Por ello, se requiere que el vidente para ser tarotista profesional ejercite sus habilidades en el transcurso de su vida.
Tarot Profesional y Seguro
Si deseas acudir a un tarotista profesional que te ayude a descubrir tus problemas y te de consejos para tener una idea de cómo resolverlos, debes tener en cuenta algunos aspectos importantes:
- Un tarotista profesional y real no te hace preguntas, nuestras habilidades de videntes y las herramientas que utilizamos serán suficientes para saber todo sobre ti y tu vida.
- Los buenos videntes debemos ser capaces de describirte lugares, situaciones y personas ligadas a ti, sin necesidad de que nos digas nada.
- El nivel de acierto más aceptable es de 90%, no confíes en un tarotista que te asegura el 100%, pues eso es algo imposible. El tarot es una guía, te advierte, no te sentencia.
- Debes estar preparado para escuchar cualquier cosa que las cartas vayan a decirte, sea bueno o malo.
El código ético del Tarot dice claramente que nosotros, los videntes y tarotistas, orientamos, mientras que el consultante decide. Las cartas indican cada situación, en el momento y hacia dónde se dirige, a partir de ahí, el consultante escogerá cuál camino tomar, cómo y cuándo hacerlo. Los tarotistas no tomamos decisiones, pero tenemos el deber de informar al cliente de todo lo que puede encontrarse en cada camino con el fin de lograr que este elija la opción correcta.
El Tarot Profesional de Lucía Vidal
Soy Lucía Vidal, vidente y tarotista de nacimiento. Desde siempre tuve visiones muy claras, con solo pensar en alguien. Cuando una persona me habla de sí misma, me adentro con ella en su historia y las visiones vienen a mí. Mi experiencia me hace dar predicciones cada vez más exactas para ayudar a quien lo necesita.
Cumplo con el código ético del tarot y te ofrezco predicciones reales. No puedo actuar de otra forma que no sea ayudándote, porque no sé hacerlo. En todo momento te ayudaré, en todo momento te diré aquello que podrá darte el conocimiento y las herramientas para avanzar, a ser mejor, a sentirte mejor.
Como vidente y tarotista profesional, respeto la forma de pensar de mis consultantes, no juzgo sus ideas ni sus decisiones. Cuando veo una dificultad, sea la que sea, pequeña o grande, siempre aviso a mi consultante y lo oriento positivamente sin asustarlo. Le ayudo a buscar soluciones y maneras de evitar las dificultades. Hablándole siempre con un lenguaje claro y adecuado.
Como vidente y tarotista 806, yo, Lucía Vidal, trabajo de forma conjunta con mi videncia y las cartas del tarot, dándote predicciones fiables y minuciosas. Al buscar un tarot profesional económico, asegúrate de que puedes confiar en lo que te dicen y en que quieren ayudarte de verdad, como hago yo. Soy tarotista particular, solo atiendo yo.
Me implico con cada uno de mis consultantes porque me interesan. Tú eres lo más importante y he sido bendecida con un don que debo emplear para ayudar. Para eso soy vidente tarotista y por ese motivo, he decidido formarme y especializarme en todo lo relacionado con este mundo. Para poder ayudarte a ti y a todos los que se encuentran en una situación similar a la tuya.
Consulta a una Tarotista con título y de escuela
Un gabinete de tarot es lo mismo que un centro de llamadas para atención al cliente, que pueden tener las compañías telefónicas, los bancos o cualquier empresa de mediano volumen. Desde ahí se atienden las llamadas telefónicas que se producen a los servicios de tarot y videncia que podemos encontrar en internet y revistas, pero debemos tener mucho cuidado al usarlos para saber nuestro futuro.
No es posible, desde un lugar en donde se encuentran muchas personas haciendo lo mismo, atender una consulta en la que se pretenda resolver dudas sobre tu futuro y destino. Se necesita concentración, encontrarse en un lugar tranquilo, donde el vidente pueda canalizar la energía y establecer una conexión con quien desea realizar la consulta.
Los videntes de nacimiento sin gabinete, además de ser videntes de nacimiento y contar con un don real, apuestan por el trato cercano. Esto es lo que demuestro al no trabajar con gabinete, que deseo ayudar de verdad. Es la única forma de ofrecer el trato más personal y efectivo.
Es por eso que yo, Lucía Vidal, vidente y tarotista te ofrezco un tarot profesional sin gabinete, te atenderé personalmente, tomando el tiempo que se requiera, soy la mejor tarotista profesional económica por teléfono. Confía en mí y mis dones. En una tirada, mi tarot te dirá todo lo que necesitas saber para salir de esos problemas en los que te encuentras.
Todas las personas que han solicitado mis servicios corroboran mi talento y profesionalismo, pues siempre quedan satisfechos con mi trabajo. La lectura de mi tarot les deja complacidos y por eso, no dudan en recomendarme con otras personas. Mis cartas dicen la verdad, además de mostrar los posibles caminos que el consultante puede tomar para resolver sus problemas.