Soy vidente de nacimiento y me dedico a ayudar a personas gracias a mi don desde que tengo uso de razón. Ser vidente es algo con lo que se nace, algo innato a la persona, y eso es lo que te dirán todas las videntes de nacimiento sin gabinete reales que conozcas.
Las videntes de nacimiento disfrutan de su don desde muy pequeños, incluso antes de saberlo. Cuando somos niños estamos mucho más dispuestos a recibir energías y vibraciones, a recibir todo lo que el mundo tiene que transmitirnos. Nuestra mente no se encuentra condicionada ni limita lo que recibimos, por lo que el modo en que recibimos nuestras visiones es mucho más claro.
Eso es lo que me ocurrió a mi, soy vidente de nacimiento y desde pequeña comencé a sentir esa energía con la que era especial, con la que veía cosas que el resto no percibía y gracias a mi familia desde muy pronto supe lo que me ocurría y pude aprovecharlo.
Lo que ocurren en muchos casos de videntes de nacimiento es que no saben que lo son, no identifican sus visiones con predicciones, sino que se relacionan con imaginación y soñar despierto.
Vidente con don de nacimiento
Es importante escuchar lo que los niños nos cuentan. Su mente está mucho más receptiva a nuevas vibraciones y es posible que nos revelen aspectos de los que nosotros no nos percatamos.
Ser vidente de nacimiento por lo general es algo que se hereda. Por ello, en familias en las que existe descendencia de videncia, es frecuente que el don se transmita. Ser vidente de nacimiento implica que desde pequeño estás aprendiendo, recibiendo esa energía lo que da mucho más poder.
Lo que ocurre en todas lasvidentes de nacimiento sin gabinete es que, además de ser videntes de nacimiento y contar con un don real, apuestan por el trato cercano. Esto es lo que demuestras al no trabajar con gabinete, que deseas ayudar de verdad. Es la única forma de ofrecer el trato más personal y efectivo. Así podrás ayudar mucho más, así podrás darte al 100%.
Para dar ayuda de verdad a quien lo necesite, una vidente de nacimiento debe actuar de forma independiente y cercana con sus clientes, aprovechar de verdad su poder.
Trabajar sin gabinete da mucha más confianza porque demuestra que de verdad te involucras en cada llamada y conectas con quien te llama.
Hay veces que trabajar por teléfono supone una barrera para las clientas que quieren un trato personal, y eso solo pueden romperlo las videntes de nacimiento sin gabinete, las que de verdad se implican en cada llamada con cada cliente. Las consultas por teléfono son confidenciales, personales y discretas, por lo que podrás disfrutar de la información que necesitas sin tan siquiera salir de casa.
Yo soy vidente de nacimiento pero también soy tarotista. ¿Conoces la diferencia?
Opiniones Vidente de Nacimiento
Si no confias demasiado en este mundo os recomiendo probar con Lucia Vidal, desde el primer momento te das cuenta que es una vidente de nacimiento capaz de saber cosas de ti que ni te imaginabas.
Valeria
Gracias a una consulta con Lucia Vidal dejé de sentirme engañada. La verdad que no creia que sería capaz de descubrir tantas cosas sobre mi, esta claro que un don con el que se nace y que Lucia es vidente de nacimiento.
Marié
Hay que dejarse ayudar por profesionales, no sabes como pueden llegar a cambiar las cosas. Con profesionales me refiero a videntes de nacimiento y Lucia Vidal es una de ellas.
Kiara
La mejor vidente de nacimiento sin gabinete. Con las primeras frases que dices en la conversación ya sabe muchas más cosas de ti que las que te imaginas.
Lara
Hola amigo/a soy Lucía Vidal, tarotista y vidente de nacimiento y me gustaría hablarte un poco acerca de esta maravillosa facultad con la que he sido bendecida.
Es bastante común que una persona en algún punto de su vida haya tenido un presentimiento de que algo estaba por ocurrir o había ocurrido ya. Esta sensación extraña que da a entender una información sin haberla percibido por los sentidos tradicionales (vista, oído, tacto, olfato o gusto), se denomina intuición.
Para la ciencia, ha sido muy difícil explicar esta situación, por lo que la mayoría de los hombres de ciencia la niegan. Sin embargo, todos sabemos que es real. La intuición se refleja mediante palpitaciones, deja vu, premoniciones, visiones, sueños o sensaciones claras. Esto le ha sucedido por lo menos una vez a todas las personas y representa un evento que impresiona. Pero hay ciertas personas para las cuales esta clase de situaciones son usuales.
Esto implica que existen algunas personas que tienen una capacidad intuitiva bastante superior a la del resto de las personas. Entonces esta capacidad se manifiesta con mayor frecuencia y facilidad. A estas personas que pueden captar las energías con facilidad, se les llama videntes.
La intuición no es algo que se pueda adquirir o aprender; de la misma manera como una persona que no haya nacido con un don especial para cantar pueda hacerlo con una potencia que sorprenda. Si bien se puede estudiar teoría musical y aprender mucho en relación a este arte, es necesario tener un don especial innato: la voz. Lo mismo sucede con la videncia, es un don innato que, además, es heredado y no puede ser aprendido, aunque sí desarrollado.
La palabra videncia proviene del latín videre que significa ver. Y es que esto es precisamente lo que puede hacer un vidente, ver de una manera distinta; sobrenatural, si se quiere, porque realmente está por encima de lo que se puede considerar natural. La videncia es entonces la posibilidad de percibir cosas más allá del plano físico y presente.
El vidente puede tener visiones acerca del pasado de una persona o de un lugar tan solo con conectarse con las energías al ver, escuchar o tocar algo; así como también puede ver el futuro y comprender con claridad las intenciones de las personas. Los videntes son especies de receptores especiales de las energías de todo el universo
Esto lo sé con certeza porque es mi caso, pues soy vidente de nacimiento y lo descubrí hace mucho tiempo ya.
Soy Vidente desde que Nací
Soy maestra tarotista y vidente de nacimiento. Este es un don que he heredado de mis antepasados. Desde que era muy pequeña podía percibir energías que claramente las demás personas no podían, sabía cosas que en teoría no podía saber y visiones llegaban a mi mente con gran facilidad.
Tuve mucha suerte de que mi familia comprendió muy bien lo que sucedía conmigo y me ayudó a reconocerlo. Es común que durante la niñez, aquellas personas que son videntes lo reconozcan, pues ésta es una etapa de la vida en la cual somos más sensibles y estamos más prestos a recibir vibraciones del exterior. Y es justamente en esta etapa en la que es propicio reconocer si una persona tiene esta capacidad; pues desde antes se comience a desarrollarla, mucho mejor.
A partir del momento cuando mi familia notó que yo había heredado el don de la videncia, me orientaron y apoyaron para poder desarrollar mi capacidad. Esto quiere decir que desde que puedo recordar la videncia ha sido una parte muy importante de mi identidad. Junto con la videncia, desarrollé también una vocación profunda por ayudar a los demás y la empatía necesaria para comprometerme de verdad en entender los problemas de cada persona que se acerca a mí en busca de ayuda.
Las videntes de nacimiento son las únicas verdaderas videntes, pues esta no es una habilidad que se pueda aprender mediante estudio o algún tipo de práctica. Solo si una personas han heredado la intuición propia de una capacidad extrasensorial se puede decir que es una vidente seria y que puede orientar espiritualmente a las personas mediante premoniciones, predicciones, visiones o alguna mancia en particular.
Parte del desarrollo de una vidente de nacimiento, puede ser la elección de una mancia. En mi caso, elegí el tarot; pues me permite acceder a las visiones con mucha facilidad apenas me conecto con la energía de las personas.
Cuando se necesita ayuda de una profesional de la videncia, es sumamente importante tener la seguridad de estar tratando con una vidente de verdad, una clarividente real o medium real; pues una información errada durante una consulta podría impactar negativamente en la vida de la persona. Las videntes de confianza no abundan; sin embargo, puedes tener la seguridad de que conmigo ya has encontrado a la persona que necesitas.
Vidente Real sin Gabinete
Desde hace muchos siglos, los videntes han sido considerados como dadores de sabiduría y tener la oportunidad de escuchar sus consejos ha tenido un gran valor. En épocas lejanas, gobernantes, guerreros y personalidades de la sociedad no tomaban ninguna decisión sin consultar primero con sus oráculos; quienes en realidad eran lo que hoy conocemos como videntes.
Aunque ha pasado mucho tiempo de esto, el interés por conocer los consejos de una vidente no ha mermado. De hecho, con la transformación de los servicios de videncia con la inclusión de la vía telefónica, la demanda se ha incrementado considerablemente.
Como es natural, esta situación ha generado que los servicios de videncia se masifiquen y se han creado lo que se conocen en la actualidad como gabinetes. Estos son empresas que se encargan de recibir las llamadas de las personas interesadas en aclarar sus dudas, obtener una orientación para tomar decisiones importantes o conocer su futuro. Las llamadas son recibidas por personas que dicen ser videntes y que se encuentran en una sala común donde atienden llamada tras llamada; muy al estilo de los call centers.
Cuando alguien busca ayuda en un gabinete de videntes, no está seguro de con quien se está comunicando y escucha las otras llamadas al fondo; por esta y otras razones yo prefiero ofrecer mis servicios como vidente de otra manera; una forma de tarotista particular solo atiendo yo. He decidido trabajar con esta metodología por las siguientes razones:
- Puedo atender de manera directa y personal a mis clientes. Esto me permite ofrecer un mejor servicio, pues logro conectarme realmente con su energía. Además. de esta manera los consultantes saben exactamente con quien se han comunicado, conocen mi nombre y cuál es mi experiencia como vidente profesional.
- Mis clientes sienten confianza gracias a que saben que soy fiable. Este es un factor muy importante en la videncia, pues solamente cuando hay confianza una verdadera vidente natural puede conectarse con la energía de la persona que llama. Si el cliente no confía, se hace muy cuesta arriba poder leer o captar su energía.
- Al estar en un lugar cómodo, yo puedo concentrarme mucho mejor. El equilibrio mental, espiritual y una adecuada concentración son factores a favor de la videncia. Así puedo ser más certera y ofrecer el mejor servicio.
- Como vidente real de tarot sin gabinete atiendo personalmente, puedo atender a mis clientes cuando me siento en la plenitud de mis capacidades. Me siento comprometida en dar el mejor servicio a cada una de las personas que me contacta, pues esto es parte de mi ética como profesional. Comprendo que cada uno de mis clientes, requiere lo mejor de mí y esta es mi manera de dárselo. Sino estoy disponible o necesito descansar, te dejo en manos de mi compañera, una experta vidente real sin gabinete.
Soy una Vidente de Confianza
Si una persona se siente afligida y reconoce que la única manera de mejorar su situación es acudiendo a una profesional de la videncia, es completamente indispensable que consiga a una persona en la que pueda confiar en realidad. Son varios los factores que me convierten en una vidente en la que puedes poner tu confianza:
- Soy vidente de nacimiento sin gabinete. Yo cuento con el don de la videncia natural que he desarrollado a través del tiempo y trabajo de manera particular para ofrecer el mejor servicio.
- Tengo la capacidad para ser muy certera. Puedo dar fechas exactas, lugares específicos e incluso descripciones de personas. La mayoría de mis predicciones se cumplen.
- Tengo 30 años de experiencia, por lo que mi don ha alcanzado su máximo potencial y puedo trasformar profundamente la vida de las personas.
- Les brindo a mis clientes variedad de posibilidades para pagar la consulta: vidente 806 de nacimiento y consulta vidente visa también. De esta manera, el cliente puede elegir la metodología de pago que le resulte conveniente.
- Yo no realizo preguntas. Solo con saber el nombre del consultante y su fecha de nacimiento, puedo comenzar a recibir las visiones acerca de su vida. puedo responder toda clase de preguntas, aclarar dudas, hablar del futuro y mucho más.
- Y lo que considero más importante: soy completamente honesta con mis clientes. Yo no te daré falsas esperanzas, ni crearé en ti falsas ilusiones. Lo que comunico es exactamente lo que yo puedo ver. Sea bueno o mal, lo que los clientes encuentran en mi consulta es la verdad.